“Creer es cuando Dios dice hasta lo imposible, y el hombre acepta esa palabra. Se convence de que será verdad, y vive de esa palabra. Fe es entregarse al que le dice algo, creer es no dudar.”
“¿Quién era Abraham?, un pobre campesino. No conocía la revelación de Dios. No era circuncidado, no era judío. Un hombre del mundo. Y a ese hombre, Dios lo llama ya anciano, estéril, su mujer no le había dado ningún hijo. Y Dios promete: “Va a nacer de ti un hijo, que será padre de pueblos. Y en esa descendencia nacerá el Redentor del mundo. ‘Parece locura que a un viejo y a una anciana, estériles los dos…- y ahora dice la Escritura: “Ya parece un cuerpo muerto”- este cuerpo que parece muerto, a este desierto de la humanidad, anciano y estéril, Dios le dice que va a reverdecer como un jardín. Abraham cree. CREE. ¿Qué cosa es creer? Creer es cuando Dios dice hasta lo imposible, y el hombre acepta esa palabra. Se convence de que será verdad, y vive de esa palabra. Fe es entregarse al que le dice algo, creer es no dudar. El acto de Abraham es heroico; diría yo, divino. El comprende que de la iniciativa de Dios viene todo. No importan las condiciones humanas: Viejo y estéril parece un muerto. Pero Dios que hace resucitar a los muertos y da vida a los desiertos, será capaz de hacer también de mi esterilidad y de mi vejez, de mi muerte, un pueblo numeroso; y para colmo, del cual nacerá la redención y la vida eterna.
Por eso dice San Pablo en su lectura de hoy-. “”Abraham creyó, y esto es lo que le fue tenido en cuenta para justificarlo”. Abraham se justificó… En aquel momento Abraham comienza a ser el Kalil, el amigo de Dios, porque ya se entregó a Dios, y Dios le ha dado su iniciativa; Dios le está ofreciendo justificación. Y le pide como condición: “Cree, ten fe. Abraham podía reírse y decir. “Señor, estás loco, estás pensando en algo imposible; pero así como María cree también en la posibilidad de una virginidad fecunda, sin perderse la virginidad; Abraham y Sara Isabel, y todos esos hijos del milagro del Antiguo Testamento, son producto de esta fe.”
Oscar Romero. La justificación y la fe